El rendimiento del bono largo superó 3.2322 por ciento, el máximo anterior de 2018 el 21 de febrero, para llegar al 3.2379 por ciento el jueves, el más alto desde julio de 2015. Sigue la referencia de endeudamiento a 10 años al establecer máximos de varios años ya que los operadores lidian con el aumento Emisión del Tesoro y una Reserva Federal que parece tener la intención de aumentar aún más las tasas.
El bono a 30 años está bajo presión debido a expectativas inflacionarias cercanas al nivel más alto desde 2014. Sin embargo, en relación con el resto de la curva de rendimiento, el vencimiento se ha retrasado al alcanzar rendimientos más altos debido a la demanda de fondos de pensiones y aseguradoras de vida. El último movimiento sugiere que incluso esos compradores no pueden mantener la sacudida hacia arriba en rendimientos contenidos a obligaciones de fecha más corta.
Para Jeffrey Gundlach, director de inversiones de DoubleLine Capital, el rendimiento a 30 años en 3.22 por ciento sobre una base de cierre representa el "último punto pivote" en los bonos del Tesoro.
"El último hombre en pie, y en realidad ya no se mantiene firme, es el Tesoro a 30 años", dijo Gundlach en una presentación en Nueva York el mes pasado. Si esa marca del 3,22 por ciento se rompe de manera convincente, "no es posible hacer una tabla argumentando que hay algo que respalde una etiqueta alcista del mercado de bonos".
Por Brian Chappatta 17 de mayo de 2018
El bono a 30 años está bajo presión debido a expectativas inflacionarias cercanas al nivel más alto desde 2014. Sin embargo, en relación con el resto de la curva de rendimiento, el vencimiento se ha retrasado al alcanzar rendimientos más altos debido a la demanda de fondos de pensiones y aseguradoras de vida. El último movimiento sugiere que incluso esos compradores no pueden mantener la sacudida hacia arriba en rendimientos contenidos a obligaciones de fecha más corta.
Para Jeffrey Gundlach, director de inversiones de DoubleLine Capital, el rendimiento a 30 años en 3.22 por ciento sobre una base de cierre representa el "último punto pivote" en los bonos del Tesoro.
"El último hombre en pie, y en realidad ya no se mantiene firme, es el Tesoro a 30 años", dijo Gundlach en una presentación en Nueva York el mes pasado. Si esa marca del 3,22 por ciento se rompe de manera convincente, "no es posible hacer una tabla argumentando que hay algo que respalde una etiqueta alcista del mercado de bonos".
Por Brian Chappatta 17 de mayo de 2018
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