Tras los aranceles impuestos en marzo por Donald Trump por valor de 50.000 millones de dólares y la posterior respuesta del gigante asiático, el presidente de Estados Unidos ordenó estudiar tasas adicionales por 100.000 millones. Y hacerlo sin perjudicar a los consumidores no será fácil.
Según Reuters, para llegar rápidamente a aranceles por 100.000 millones de dólares, Trump podría tener que apuntar a teléfonos móviles, ordenadores, juguetes, ropa, calzado, muebles y otros bienes de consumo, lo que provocaría alzas en los precios minoristas en el país.
Las empresas pueden absorber ciertos costes y algunas tendrán la opción de cambiar la producción de China a otros países, reduciendo el impacto para los compradores estadounidenses.
No obstante, los analistas señalan que el abastecimiento desde otro país “no es una solución fácil” y “no puede darse de la noche a la mañana". Como ejemplo, apuntan que los pedidos de Navidad de los comerciantes ya están cerrados y hay pocas alternativas para los 402 millones de dólares en luces de árboles navideños que llegan desde China.
No hay comentarios:
Publicar un comentario